Con
la Resolución 60/7 probada el 1º dea noviembre del 2005, la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobó que cada 27 de enero sea tomado como “Día Internacional de Conmemoración anual
en memoria de las víctimas del Holocausto”, recordando la llegada de los
soviéticos en 1945 uno de los mayores campos de exterminio nazi, en Auschwitz-Birkenau
(Polonia).
En
esta Resolución, la Asamblea General condenó sin reservas todas las
manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra
personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas,
dondequiera que tengan lugar.
Para el 2013,
el Secretario General de las Naciones Unidas señaló que el tema será “El rescate durante el Holocausto: el coraje de ayudar”, con el que se
rinde homenaje a quienes pusieron en peligro su vida y la de sus familias para
salvar a quienes no se ajustaban a la perversa
ideología nazi, como judíos,
romaníes y sintis, homosexuales, comunistas, enfermos mentales y otros, sistemáticamente
perseguidas y objeto de redadas y trasladadas a campos de exterminio.
En este contexto recordó historias como la del diplomático sueco Raoul
Wallenberg, que ayudó a salvar a miles de judíos en Budapest.
Para que estos hechos de solidaridad sean conocidos por todas las
generaciones y no sólo las que descienden de quienes se beneficiaron de ellos,
el Programa
de divulgación del Holocausto y las Naciones Unidas vienen
elaborando un material
educativo sobre estos salvadores, especialmente una serie de documentos sobre cuestiones relativas a los derechos
humanos, la prevención de los genocidios y los estudios sobre el Holocausto,
preparados por académicos y profesionales de todo el mundo.
Andrés Monroy Gómez
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